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El Adiós de un gran amor;
Yo desperté de un sueño desgarrador donde el único que sufrió fue mi corazón.
Las horas y los días se volvieron malditos, dejando mis ánimos machitos.
Mi aliento me ahogaba entre las lágrimas que no paraban, por esa chica que amaba.
No encontraba salida del tormento que por muchos días me han afligido.
Pero que ironía yo la sentí por muchos años tan mía y en este momento la perdía, para no ver su rostro de vuelta otra vez.
Se desvaneció todo como el atardecer que se despide al oscurecer.
Mi alma se fue con mi querer, pensé que en ese momento iba a fallecer, para nunca volver a tener el amor como muchas veces me entregué.
Solo sus caricias matutinas, me deje perder pagando con una sonrisa sin sentido me deje vencer.
Para: Ese amor al que me entregué y al final del camino me deje vencer por el desamor que no me dejó ser feliz hasta este día que deba morir este sentimiento que me mantuvo feliz.
© Eduardo Guzmán
Las horas y los días se volvieron malditos, dejando mis ánimos machitos.
Mi aliento me ahogaba entre las lágrimas que no paraban, por esa chica que amaba.
No encontraba salida del tormento que por muchos días me han afligido.
Pero que ironía yo la sentí por muchos años tan mía y en este momento la perdía, para no ver su rostro de vuelta otra vez.
Se desvaneció todo como el atardecer que se despide al oscurecer.
Mi alma se fue con mi querer, pensé que en ese momento iba a fallecer, para nunca volver a tener el amor como muchas veces me entregué.
Solo sus caricias matutinas, me deje perder pagando con una sonrisa sin sentido me deje vencer.
Para: Ese amor al que me entregué y al final del camino me deje vencer por el desamor que no me dejó ser feliz hasta este día que deba morir este sentimiento que me mantuvo feliz.
© Eduardo Guzmán
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