A veces me pongo a pensar en todo lo que pasó en mi vida, en aquellos momentos en los que perdí todo y en aquellos momentos en los que estuve a punto de perderlo todo.
Personas. Amistades. Relaciones. Familia.

Es triste, llega un momento en el que te sentis tan sola que lo único que queda es seguir transitando sola... pero valoras mucho más cada compañía o cada pequeño empujoncito que te ayuda a seguir, que te ayuda a darte cuenta de que no estás realmente sola como pensas.

Y a veces, cuando la casa se siente tan vacía, cuando al entrar a una habitación veo mil recuerdos escondidos en cada rincón, te siento un poco cerca; pero el anhelo de tenerte sosteniendo mi mano cada vez es más grande.

Y es que te fuiste demasiado rápido, justo cuando estábamos empezando a entendernos. Justo cuando estábamos arreglando las cosas. Todavía tengo tantas cosas que decirte, tantas cosas que nunca pude decirte y que no me alcanza solo con escribirlo en cartas. Cosas que nunca voy a poder decirte y que voy a llevar guardado en mi corazón siempre.

© kay