...

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Mi Senda
Rompí la armadura del miedo y del ego,
Convertí la pena en mi juego, mi regreso.
Guardé bajo llave las lágrimas, mi secreto,
Las vertí más tarde en mis páginas, mi universo completo.

Cogí motivos del pecho, los lancé a la hoguera,
De las cenizas, un fuego surgió, mi nueva era.
Tras librar guerras, no empiezo de cero, sincero,
Esta vida es una lucha, un constante sendero.

Del dolor, una senda hallé, un camino en esencia,
Del llanto, mi canto, mi resistencia y persistencia.
Nací de escombros, de mentes en ruinas, miencia,
Listo para alcanzar cumbres, sin miedo, sin cadencia.

Soy una abeja más en este enjambre constante,
No busco coronas de oro, ni alambre, ni un instante.
Mi fe no se quiebra, soy el amante del arte,
Con la palabra como mi espada, en la batalla soy parte.

No temo a dioses, he vencido a Mammon, Afrodita y Morfeo,
Más roto que nunca, mi fortaleza crece desde el deseo.
Amo mis heridas, las cicatrices de este rodeo,
La felicidad me importa poco, la verdad es mi trofeo.

Mi cueva es mi refugio, mi pena mi compañía,
No busco favores ni ayuda, mi alma sigue su vía.
En mi jaula, soy yo mismo, sin hipocresía,
Libre y esclavo de dudas, mi verdad es mi guía.

Vengo a reinar desde la oscuridad, sin piedad,
Amo el dolor que otros rechazan, mi lealtad.
Crecí en la soledad, en la penumbra, en realidad,
Nadando hacia el fondo del mal, mi singularidad.

Mis alas se abren sin temor al final del día,
Muriendo a diario en mi estado mental, en mi poesía.
Sin miedo al ayer, el sufrir me hace crecer, en sinfonía,
Soy un luchador incansable, en esta danza sombría.

A prueba de balas, dagas, y heridas abiertas,
Golpes y caídas, mi alma no se retira, alerta.
Soy yo quien duele, quien da y no espera,
Mi boca se abre y te muerdo, mi voz sincera.

Imparable en mi deporte, las palabras mi transporte,
Mi espíritu no se rinde, enfrenta su propia muerte.
Traumas de niño, trastornos en mi mente, fuerte,
Recuerdos pesadillescos, que el nombre no despierte.

Nervios, ansiedad, estrés que no se ve, se esconde,
Mi sufrimiento es mi fuerza, en esta vida, responde.
Perdido y encontrado en este viaje que corresponde,
La música me acompaña, mi espíritu retumba y responde.

Vine a reinar desde la oscuridad, sin temer la verdad,
Amo el dolor que otros repudian, mi identidad sin igual.
En mi pecho, mi norte encuentro, sin superficialidad,
Las palabras son mi escudo, en la batalla soy lealtad.

Crecí sufriendo, entiendo la vida desde la pena y la tristeza,
A veces necesito llorar y no puedo, mi firmeza.
No busco ser feliz, en mi dolor, encuentro belleza,
Dile al mundo que sigo, con mi pena, mi certeza.

Que nadie se preocupe por mí, mi camino no arrepiento,
El mundo busca mi sonrisa, mi risa, mi tormento.
No sabe que lloro contento, en mi universo siento,
Que la vida, la muerte, ni nada me frena, en este momento.
© HAYST