Dejé de ir al mar,
ahora no le hallo sentido
a caminar por sus orillas
y en soledad solo llorar.

Dejé de frecuentar
aquel lugar
de arena y de sal,
su suave brisa,
ahora cala en mis huesos,
su cielo estrellado
ahora se ha apagado,
solo hay destellos de nostalgia
reviviendo momentos lejanos.

¿Qué razón hay?
de tener del mar su inmensidad
para vivirla en soledad,
me hace falta tu mirar
y que tu risa
rompa el silencio y la paz.

Este hermoso lugar,
ahora es oscuro sin ti,
insignificante sin el brillo de tus ojos,
sin tu silueta nadando hacia el coral,
con las estrellas viéndote brillar.

Dejé de ir al mar,
a sentarme solo a añorar,
vida mía, quiero despertar
de esta pesadilla sin final,
y que llegues una vez más
a mi casa junto al mar
y allí volverte a navegar.

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