En el jardín del amor, planté mi ilusión,
buscando en ti la luz, la redención.
Pero en vez de flores, hallé espinas de aflicción,
y en cada petalo una pregunta, una razón.

Si me amas tanto, ¿por qué dejas mis lágrimas correr?
¿Por qué en las noches me quedo sin tu querer?
Si me amarías tanto, ¿por qué tanto sufrir?
¿Acaso el amor no debería ser vivir?

Entre el eco de mis sollozos, busco la verdad,
en cada suspiro roto, en la oscuridad.
Esperando que llegue el día de la claridad,
donde el amor sea luz, sin ninguna falsedad.

Si me amas tanto, ¿por qué el dolor persiste?
¿Por qué en cada gesto, el amor se eclipsa?
Si me amas tanto, ¿por qué este abismo triste?
¿Acaso el amor no merece una sonrisa?

En el rincón de mis sueños, busco la esperanza,
en cada estrella fugaz, en la confianza.
Anhelando que llegue el día de la bonanza,
donde el amor sea paz, sin ninguna distancia.

Si me amas tanto, ¿por qué me haces sufrir en silencio?
¿Por qué en vez de herirme, no calmas mi desvelo?
Si me amarías tanto, ¿por qué no aliviarías mi tormento?
¿Acaso el amor no debería ser nuestro refugio eterno?

Así, entre versos sencillos, te dejo mi voz,
en busca de respuestas, en este mar de nosotros.
Esperando que el amor florezca sin reproches,
y en cada latido encuentre su refugio y broches.

© Lovely Writer