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Huérfana...

Mama estaba llorando, lamenté verla así y me acerque a ella para darle un abrazo, le pregunté porque está triste y me dijo que no es nada, solo es una basurita que le entró en su ojo, se echó agua y listo comenzó a sonreír de nuevo. Cuando papá llega del trabajo y comienzan a hablar a ella de nuevo le caen basurita en los ojos, a veces me pregunto ¿Que tiene papá que cuando se acerca a ella le caen basuritas? Será que mi papá le da alguna alergia?.

Ya llegó papá y de nuevo nos envían a jugar a dónde la vecina, mamá se ve algo preocupada, pero no entiendo nada, es lo mismo casi todos los días, después de un rato largo María la vecina nos lleva de nuevo a la casa y mamá ya no sonríe, nos da la cena, nos baña, nos mete en la cama y al despertar papá se está llendo al trabajo de nuevo.

Hoy papá llegó más tarde que nunca,  toca y toca la puerta y mamá no le quiere abrir, pasó seguro y dice que él no es papá, que no le hagamos caso y nos vallamos a nuestro cuarto, dice que papá no llegara hoy, es extraño porque suena como él,  pero papi es divertido y el hombre que grita afuera e intenta entrar a la fuerza me da miedo, ¡nó! creo que mamá tiene razón ese hombre extraño que parece ebrio no puede ser Papi. Me asomé por la ventana y tiene una vara en la mano, me da mucho miedo, pero se parece tanto a papá... Mamá camina algo angustiada por toda la casa pero aún cuando nos mira sonríe y dice que todo está bien, esto es muy extraño, solo tengo tres años no entiendo que está pasando así que me aferro a mi madre. Ella me llevó a la cama me colocó unos audífonos con mi música favorita y me dió mucho sueño me quedé dormida, mi hermanita Bárbara yace en su cuna y no escucha nada, bueno si mamá está sonriendo todo está bien, nadie nos hará daño dice y yo le creo.

¡Oh. No! El hombre que parece papá entro a la casa, tengo mucho miedo, está golpeando a mami en su rostro muchas veces, mami está de rodillas en el piso pidiéndole que se detenga, la toma por su cabello y de nuevo la golpea una y otra vez, mamá se acurruca en el piso llorando sin control y el hombre le está dando muchas patadas en su estómago, mamá sin fuerzas le pide que se detenga y yo tiemblo de miedo tras la puerta que desido abrir para ayudar a mamá y le pregunté al extraño: -¿Papá, que le haces a mamá? Con mi pequeño cuerpo temblando por completo y mis ojos llenos que angustia y  lágrimas de cristal. Aquél hombre se desarmó de inmediato y se arrodilló frente a mí pidiéndome perdón y ahora él con una lágrima rodando por su mejilla me dijo: - ¡Perdóname, princesa, no quise hacerlo, perdóname! y me abrazó. Mamá se abalanzó sobre él con la poca fuerza que le quedaba golpeando su cabeza con la misma vara que el usó para golpearla a ella, él cayó desmayado y ella le dijo: -¡No toques a mi hija desgraciado! Mamá con el rostro lleno de sangre, raspones y moretones en su cuello y brazos corrió a la habitación donde mi hermanita de nueve meses también yacía en un llanto ahogado, la envolvió en una manta luego de ponerme un abrigo y los zapatos, me tomó de la mano y corrimos en la noche hasta la casa de una vecina quien nos abrió sus puertas rápidamente y nos ocultó hasta que amaneció, mamá no paraba de llorar y ese fué el último día que ví a papá.

27 años después...

Otro extraño: - ¡ Eres una imbécil! ¡No sirves para nada! ¡No deberías existir!

Miestras yo aguantando el dolor limpiaba la lágrima que comenzaba a asomarse y escucho mientras se abre la puerta lentamente: -¿Mama, que sucede?. sonreí como hacía mi madre y le respondí: - todo está bien hija, no pasa nada, mami está bien, papá está bien, solo un poco cansado y de mal humor, pero tranquila ya hablaremos.
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Dos años después toda mi familia y amigos se encuentran reunidos, no es mi cumpleaños, no es una celebración, es el último día que los pude acompañar por no tener la valentía que tubo mi madre y escapar a tiempo, intenté reparar lo que no tenía salvación, aguanté y soporte tanto pero de nada sirvió, aquí estoy ahora cuatro metros bajo tierra... y una niña más, ha quedado huérfana abrazando mi esperanza de romper esa cadena.

© f4our