...

19 views

Conexiones de Almas... I
El reencontrarnos...

Cuando ya calmado mi corazón me regaló las fuerzas para ponerme de pie, una mano suave sostenía la mía...
- gracias, pero aún truena... - dije con tanto miedo en mi ojos, que su mirada se transformó en tristeza...
- estás muy húmeda, buscaré una suéter, no es nuevo, pero debes calentar tu cuerpo...- y se alejó en un sugundo...

"Hermoso lugar "... me dije al ver aún en la oscuridad tantos libros bien organizados y sentándome en una silla me hice pequeña, aún los truena caían fuera y yo temblaba de miedo...
-ten...es mío... - y lo extendió hacia mi,
quité el mío húmedo y apenas quedé con una camiseta Pegada al cuerpo donde se podía ver mi piel bajo ella...
- esta bien no me importa, si es usado... Gracias... - le dije mientras me lo ponía y volvió esa sensación extraña que comenzó a vibrar en mi cuerpo...
"este olor..."
no era un perfume, olía a su esencia, esa que dejó su cuerpo impregnado en el suéter y que locamente me hacía recordar que ya la había sentido antes...
¿Quién eres?...volvió la pregunta a mi mente aunque mi alma gritaba la respuesta...

De repente un rayo golpeó un cable y solo sé, que cuando abrí los ojos, estaba abrazada a esas manos que me sostenían algo temblorosa también...
- creo que mejor vamos más atrás, aquí es más fuerte el ruido, y cuando termine la tormenta regresas a tu casa...
- creo que si, disculpa por el abrazo...
-no te preocupes yo también le temo a los truenos... - me dijo sonriendo, pero creo que era para calmarme y siguiéndole entramos a una habitación donde habían libros viejos que eran reparados...
- ven...sentémonos aquí... -
Separando unas mesas tiro una manta sobre el suelo y se sentó con su espalda apoyada a la pared. No dude y me senté a su lado, era verdad que apenas se sentía ruido...
-gracias... No sé que hubieses sido de mi, afuera casi muero... es una fobia que tengo de niña... Disculpa por todo...
- no debes... Yo te esperaba... - me dijo mientras me miraba con esos ojos que eran el universo en ellos...
- ¿me esperabas? ... No entiendo... - dije algo turbada por su respuesta...
-todo los días pasas en auto y miras la librería, otras caminas y vuelves a mirar, yo te observaba, creo que ya sabía cuando pasarías... Solo que nunca te atreviste a entrar... Puedo preguntar ¿por qué?
Era toda verdad sus palabras... Dios... Siempre miraba, no le había visto, pero algo me atraía hacia ahí... Amaba leer pero desde que trabajaba, apenas un libro podía tomar...
Tantas veces dejaba el auto a varias cuadras para sentirme obligada a ir a por él... y solo era por pasar frente a ella...y hoy simplemente el primer rayo me hizo quedar paralizada frente a su puerta...
El destino que llama...solo que no sabemos leer las señales pensé en ese momento...
-Disculpa es que bueno, no tenía mucho tiempo... Solo era eso y me encantan los libros... - le dije apartando la mirada nerviosa...
-yo sabía que vendrías... Pero no pensé en un día de tormenta y sin electricidad y muerta de frío... Jaja.. - dijo riendo y su sonrisa al final de sus palabras, era todo que me daba paz en ese momento...
- y tu corazón está tranquilo...
- creo que si...
- me dejas sentir?...
y tomando mi mano dejó que la mía le guiara hasta mi pecho...
Solo de sentir ese calor de su piel aún, sobre el suéter que se impregnaba en la mía, hacía que mi corazón latiese a prisa pero ya no era miedo, si no esa sensación de sentir su calor traspasando mis ropas...
- Aún va a prisa... - me dijo
- si... Creo que si...
- volvemos a intentarlo...
-¿Qué?... - Dije turbada
y sin tiempo tomó mi mano y la puso sobre su pecho y otra vez la magia se hacía...
Cada latido se sentía muy dentro, mi corazón, comenzaba a sincronizar con el suyo... Mi cuerpo entraba en calor y yo sentía que deseba seguir ahí, sintiéndole...
- tu latir... - dije cuando logré volver a la realidad...
- que tiene mi latir...
- me dejas escucharles... Con mi oído, por favor... - le dije
- si lo deseas está bien...
me acerqué más y moviendo mi pelo detrás de la oreja, puse mi cabeza allí en su pecho y cerrando los ojos comencé a escuchar... Solo bastaron unos minutos y al levantar mi rostro le miré...
- Tu corazón está enfermo... - y sé que mi mirada cambió a tristeza...
- ¿cómo lo sabes....?- me dijo...
- le escuché... Y le sentí...
Bajó su cabeza y al volver su mirada a la mía dijo...
- cómo mismo sentí a tu Alma triste en tu mirada... - me dijo poniendo mi pelo de nuevo detrás de mi oreja con la suavidad de la mismísima brisa...
- Crees que pueda mi corazón roto, darle vida a esa mitad de Alma que en ti habita y ella, sanar cada herida que lleva dentro la otra mitad mía...

Solo le miré... No sé quién era... No sé de la forma que me hacía vibrar y desear lo que sin pensar deje volar... Mi beso en su boca... aún sin ser libre para hacerlo... y había desatado el infierno ardiente en la tierra sin saberlo...

Continuará...



© ༻ℭ𝔬𝔩𝔦𝔟𝔯𝔦. 1111༺