«A los 18 eres mía»


—¡Hola, Señora Olivia! ¿Cómo está?

—Bien, bien, ¿Y usted hijo, cómo está?

—Bien, gracias a Dios. Siéntate un rato papa.

—Gracias, tía Olivia, claro que sí.

Yo observaba en silencio como el flaco y la Señora tía Olivia se saludaban, después de todo ellos como adultos se entenderán más, yo con 12 años ¿qué podría opinar...?

El flaco y la Señora Olivia ya tenía un buen rato hablando, pero no me uni hasta que el flaco comentó:

—Oye, y hoy yo andaba por la encrucijada y de pronto un hombre se me queda viendo y me dice que le gusta mi barba y yo quedé así como qué... ¿Más o menos?...

—Noo, pero es que a ti te queda muy linda tu barba Papi, tú eres muy lindo oíste,... Ay pero a mí lo que no me gusta es un hombre con bigote...

—¡Ay no! Con bigote de lo peor... —digo con una mueca de asco. Enseguida toda la atención recae sobre mí, pero la mirada del flaco es la que me saca de lugar, es que o sea, siento algo en su mirada cada vez que me ve, aunque no se qué es.

—Digame que todo lo que comen y toman se les queda en el bigote... Uff horrible muchacha— me dice la señora Oli. —Sinceramente yo prefiero un hombre con barba que con bigote, no me gusta un hombre con bigote.

—A mi tampoco— digo

—Ahh... Pero con barba sí te gustan (¿?) — me dice. Claro que me di cuenta que en otras palabras me estaba preguntando si él me gustaba, que si no me molestaba que tuviera barba; además como la forma en que me ve y se sostiene su mandíbula... Sí definitivamente es eso.

Hubo unos segundos de silencio, no sé si era yo pero no era nada cómodo, hasta que la señora Olivia habló:

—No te vayas, voy un momento pa' 'lla 'dentro y salgo horita —Le dice al flaco.

—No te preocupes Señora Oli.

La señora Oli fue a hacer no se qué y yo me quedé junto al flaco, un poco incómoda, lo único que hice fue sonreír y mirar hacia todos lados pero hubo un momento en el que mi mirada recayó sobre él y no nos dejamos de mirar un largo rato.

—¿Cómo es que es tu nombre?, disculpa, es que se me olvida —me dirigió la palabra.

—Marina.

—Ahh si es verdad, si, si. ¿Cuántos años tienes tú, Marina?

—Doce.

—Ahh sí, cierto que tú vas casi igual que Raffael— Hubo unos segundos de silencio y continuó hablando —Eres muy linda ¿Sabes? Tus ojos son lindos, t-tu voz llama la atención... Emm ¿Entonces tienes 11?. Cuando tengas 18 hablamos.

Justo en ese momento la señora olí sale.


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