Siento el impulso de llorar,
sí, pero no por tristeza, ni por dolor, mis lágrimas hoy no tienen cortisol.
Quiero llorar por amor,
se ha rebosado mi corazón y se desborda como río de pasión, que verdaderamente es amor, amor en confesión.

Ese sentimiento que no se puede definir entre la paz de estar entre sus brazos,
la armonía de saberte mío aunque no estés a mi lado,
y la alegría de saber que estamos juntos por la mutua decisión y aceptación.
Que estamos a salvo uno en las manos del otro, porque nos reconocemos y sabemos que nuestra manera de amar es similar, sincera y real,
sin ganas de cambiar nada de lo que haya pasado antes,
ni ganas de planear nada que pueda pasar en el futuro,
solo deseando vivir el instante presente para no perdernos ni un solo momento de nuestro aquí y ahora.
dejemos que se pierda el conejo en su afanía mientras vivimos está fantasía.

Levanto la vista, te miro a los ojos y me doy cuenta que siento placer en ellos, como si tu mirada me sostuviera en el universo y me arrullara si de algo temo.

No necesitas palabras para calmar mi angustia, mis dudas o inseguridades.
La ternura en tu mirada que me acaricia tiene la misma grandeza que la fuerza de tus pupilas fijas sobre las mías diciéndome "Todo está bien".

Y luego llevas con tus cálidas manos mi cabeza hasta tu pecho mientras me envuelves en un abrazo, pero es inevitable sostenerme y me doy cuenta que entro nuevamente en un espiral de emociones al escuchar los latidos de tu corazón.
El idioma del alma, susurrando poemas en mi oído, y robándome un beso a través de un suspiro. "Estoy aquí", me dice un palpito y mis ojos bajan las cortinas para encontrarse con tu alma en ese instante y en un momento etéreo puedan conectarse sin que nadie se percate, porque es nuestro encuentro, nuestro sueño, solo tuyo, solo mío.

Abro los ojos y no encuentro más que brillantes colores en mi entorno y mi cerebro lleno de dopamina, ¿esto es real? Tengo la urgencia de preguntar. Mi lógica comienza a trabajar y envía órdenes a mis manos de explorar... Explorar tu rostro con suavidad, los labios que me invitan a pasar y tu piel que se eriza al sentir mis manos avanzar.

No solo hay estragos en tu cuerpo, el mío también empieza a tambalear, mis sentidos te empiezan a desear, el mundo está en silencio de pronto, no lo sé, no me importa, solo importa nuestro sueño, ahora soy tu Alicia y tú mi extraño y sabio sombrerero que me llena de sueños, me toma de la mano pero lo mejor de todo es que me los hace realidad...

Ahora soy tuya y tú eres mío en nuestro oculto secreto, un amor verdadero donde cascadas de caricias se derrochan en mi espalda mientras conectas con besos la constelación de mis lunares con la dulzura de un ángel que cuida mis paisajes...

© F4our