Lo que hace perfecto a un crimen no sólo radica en su capacidad de no dejar evidencia, sino también en poder confundir y/o engañar. Hoy, 28 de octubre, noche de Luna llena, el círculo estará completo. Mi trabajo está hecho y es impecable.

Mi fascinación y obsesión con lograrlo me han empujado a convertirme en un experto. He estudiado cada uno de mis movimientos con detenimiento, y encuentro improbable que me señalen como sospechoso. La planificación fue exaustiva; me aseguré de prepararme en lo teórico y en lo práctico, manipulé el procedimiento para poder sesgar el informe forense, completé cada mínimo vacío que podría generar alguna duda, o dejar cabos sueltos. Dejo servida la coartada perfecta para despistar a todos, incluidos familiares y amigos.

Me siento más seguro y orgulloso que Ryan Gosling en Murder by Numbers, aquella película con Sandra Bullock como detective, en donde los errores los comete el cobarde de Justin. Esto último no podrá pasarme. Cada uno de mis cálculos fue exacto: se declarará homicidio. A partir de ahí podrán teorizar cuanto quieran pero lo que nunca descubrirán es que yo seré mi propia víctima.


© Dafne A.L

#LunaLlenadelCazador