Epitafios
A mi padre:
Una luz guió
la veleta de tu barco
hombre testatudo,
oculto escondías
lo tierno y tu encanto;
refugiado siempre en la bebida
que te ponía briago
gracias te doy
Por haberme dado
la preciosa vida de regalo.
A mi madre:
Callada como una estrella dorada,
de la mañana,
su ternura era despiadada;
cómo se afanaban
tus manos sagradas
porqué a tus hijos
no les faltará nada,
eres mi luz en mi abismo
que se traga la nada.
A mis hermanas:
A Juana,
la más atrevida,
la más uraña;
a Reina que de noviera,acompañará
para protegerla de las mala mañas;
a María Guadalupe
la más seria y callada que de novios,nunca se le supo nada.
A mi esposa:
Ella fue una bella rosa,poco afanosa,
me enseñó y dió
de su amor, néctar
beber,a sentirme amado ,a sentirme bien,a creer que mi sueño dorado
era con ella
pura miel,luz de corazón,a ella fiel
Ella fue,espina cruel
me enseñó lo peor
del mal querer,
ella fue rencor,odio,desamor hecho mujer;
de mí se canso
por mi forma de ser
que según su corazón,era cruel.
Epitafio
A la que ame
pero callé,
a la que por miedo y timidez,su amor no pude tener,
a quien le entregué
el corazón sin comprender el porque.
Epitafio a mi cuerpo:
Yace mi corazón enterrado
en un cajón,
roto y maltrecho,
mientras los gusanos despiadados
entran por las ubres,
el hoyo negro,
el hoyo embustero,
los hoyos del sueño,
los hoyos del resuello,
por los hoyos
Del sonido;
por el conducto aquel,del placer,
tambien.
Mi cuerpo,pequeñez
polvo a de ser;
sé que un tiempo breve,
gusanos,orugas,
moscas con él alinentare;
ya sé que no lo veré
porque quizás en otro mundo,en espíritu, navegaré.
© José Luis Trejo"pegasso".