Camino por esas calles como esperando encontrarte,
miro como un loco andante observando hacia cualquier parte,
conversando con mi mente enferma hasta habitar deshora,
hasta que no exista nada más que esta nada que ahoga.

Y tu recuerdo, no es más que un simple vil verbo que renace cuando quiero y cuando no quiero lo ofendo,
cuando me nacen las ganas nada nace como un juego,
y si dentro del juego estamos pues juguemos a perdernos.

Nos perdimos hace rato y créeme que no te he encontrado,
ya va para casi un mes ese diálogo que no hablamos,
ya casi me desconozco por no tenerte a mi lado,
pero recuerdo quien soy cuando me imagino en tus labios.

Creo que ya imagino mucho, quiero tenerte a un costado,
acostada entre mis brazos disolviendo los agravios,
enmendando esos errores que habitaron el pasado,
los mismos que destruyeron la cualidad para amarnos.

Sé que es tarde, pero mi corazón arde y no hay motivo que lo apague cuando se desangra al aire,
no hay razones que razonen para mitigar desaire,
ni motivos que emocionen el día a día que en mil me parte.

Todo se hace cotidiano y no hay nada nuevo que pase,
lo único qué pasa lento es el tiempo y rápido el aire,
tan lento como esa prisa que se apaga en estos lares y tan rápido como el dolor de amarte por mitades.

5 de la madrugada y pienso si piensas en mi,
aunque es muy poco posible pues te empeñas en dormir,
nada nuevo por aquí, mi insomnio me está matando
pero al menos será el único que se quede a mi lado.

Sólo me acompaña un gramo y un porro por si te extraño,
se consumen lentamente y el dolor no está pasando,
solo pasa lentamente la madrugada y mi suerte,
la madrugada se acaba y mi suerte llora al no verte.

Extasiado y arruinado pues la droga no me exime de aquel borroso recuerdo tan presente en el que gimes,
no me salva de esos besos que me hirieron como balas,
no me alivia y no me sana pero me dopa hasta el alma.

Y me mato poco a poco, y el humo lento me abraza,
y me llegan los recuerdos de cuando no éramos nada,
pero fuimos algo a tiempo para buena o mala suerte,
y ahora quedan mil momentos trasmutados en vaivenes.

Se hace noche y no te encuentro, las calles ya me despiden,
la nostalgia está que invade y el día se encuentra en declive,
ya no sé ni lo que siento, todo se vuelve siniestro,
solo espero verte en sueños sin saber que estoy durmiendo.


© •K A O S•