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Poder de las palabras
A oidos sordos
no entran palabras necias,
más que importancia tendrán,
por la terquedad en la que irán,
son repudio o no las aprecias,
por sus incómodos.
Un gran dilema,
escuchar cuando piropo habla,
desechar cuando ofensa descalabra,
mejor cerrar puerta y que no se abra,
si mensaje no hay y es puro blabla,
depende del tema.
El poder de las palabras,
sabias que hasta inspiran libros,
o crueles duelen más que golpes,
que no den rumbo si son torpes,
no sean muertas a gritos vivos,
si sirven o no, ya lo sabrás.
© Eduardo E.R.R.
no entran palabras necias,
más que importancia tendrán,
por la terquedad en la que irán,
son repudio o no las aprecias,
por sus incómodos.
Un gran dilema,
escuchar cuando piropo habla,
desechar cuando ofensa descalabra,
mejor cerrar puerta y que no se abra,
si mensaje no hay y es puro blabla,
depende del tema.
El poder de las palabras,
sabias que hasta inspiran libros,
o crueles duelen más que golpes,
que no den rumbo si son torpes,
no sean muertas a gritos vivos,
si sirven o no, ya lo sabrás.
© Eduardo E.R.R.
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