Ojo Derecho:
En las sombras del tiempo, la melancolía se cierne,
Recuerdos y deseos, en un ciclo eterno que gobierna.
Labios que anhelo, aunque el rechazo resuene,
Dentro de mí, tu presencia, aunque la negación retenga.

El pasado se aferra, presente y futuro se entrelazan,
Un borroso camino hacia adelante, la incertidumbre abraza.
Perdido en la intención que nunca se trazaba,
No sé dónde estás, en este mundo que se desplaza.

Mírame, soy un eco de lo que fui,
En la ausencia de tus ojos, en la distancia sucumbí.
Añorando un beso negado, un deseo que persiste,
Tiempo y espacio se desvanecen, en esta triste melodía que existe.

Ojos del Tiempo, te extraño en cada suspiro,
Quiero tus labios, aunque el no sea un retiro.
El anhelo pervive, aunque el tiempo quiera romper,
Un sentimiento que persiste, aunque parezca perecer.

Ojo Izquierdo:
En la sombra del tiempo, susurros de añoranza,
Tus ojos se desvanecen, como estrellas en bonanza.
Quiero rozar tus labios, el deseo persiste en mí,
Aunque niegues el fuego, en mi corazón te vi.

En el abrazo del pasado, mi presente desandado,
Un futuro incierto, el destino es velado.
Perdido en la distancia, dónde te has escondido,
Mi alma busca tus rastros, en un mundo perdido.

Anhelo verte de nuevo, aunque lejos te creí,
El tiempo te llevó, pero en mi mente aún estás aquí.
En el eco de mis pensamientos, tu imagen se dibuja,
Como un cuadro melancólico, en la mente se sitúa.

Ojos del Tiempo, te extraño sin cesar,
El latido de mis versos, en la brisa se evaporar.
Quiero besarte en sueños, aunque digas que no,
En el lienzo de la memoria, eterno es mi anhelo.
© HAYST