...

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Incrédulo
Siempre pensé que tus manos estarian allí,
En la mesa junto a un lápiz,
Escribiendo sobre vidrios,
De el espacio y sus anomalías.

Siempre creí que volarias en el mar,
o tal vez en nuestros aires,
aquel viento
que era nuestro
y nos hablaba cada noche,
si,
ese que sin manta
nos abrigaba del frio.

Siempre imaginé ver siempre
tu imaginación,
como soñabas,
saber si soñabas bonito,
¿Aún soñaras bonito?

Siempre,
Siempre,
Siempre,

Los siempres
Se convierten en nunca
Y mis nuncas
Siempre terminan.
© Enkaz