La defensa de Numancia
En la cumbre altanera,
Numancia se alza,
fortaleza indomable,
bastión de valor,
las legiones se acercan,
la guerra se abraza,
mas Numancia responde
con brío y fervor.
Los hijos de Iberia,
con noble bravura,
defienden su patria
con férreo tesón,
cada lanza que quiebran,
cada embestida dura,
es un canto de gloria,
es un grito de unión.
En los muros sagrados,
el eco resuena,
de antiguos guerreros
que nunca cedieron,
la sangre de héroes
la tierra envenena,
mas su alma y su espíritu
nunca murieron.
Las legiones de Roma,
con fuerza imponente,
rodean la ciudad
con cruel ambición,
mas Numancia se alza,
tenaz y valiente,
y en cada embestida
Ruge el corazón.
Numancia invicta,
tu nombre es leyenda,
en tus piedras se escribe
la eterna memoria,
tu lucha es el himno
que el tiempo encomienda,
y tu muerte es la cumbre
de eterna victoria!
Los dioses observan
con ojos atentos,
la gesta de un pueblo
que nunca se rinde,
y en los campos yermos
se alzan los vientos,
que cuentan historias
de honor que persiste.
Aquí yace un pueblo,
en el fuego encendido,
que prefirió morir
a vivir sin honor,
y en la llama que arde,
su nombre es tejido,
como un mito eterno,
Vive su esplendor.
Los siglos te miran,
eterna y serena,
tu espíritu indómito
vive y perdura,
y en el alma del mundo
tu nombre resuena,
Numancia sagrada,
valiente y tan pura.
© M.Aokigahara
Numancia se alza,
fortaleza indomable,
bastión de valor,
las legiones se acercan,
la guerra se abraza,
mas Numancia responde
con brío y fervor.
Los hijos de Iberia,
con noble bravura,
defienden su patria
con férreo tesón,
cada lanza que quiebran,
cada embestida dura,
es un canto de gloria,
es un grito de unión.
En los muros sagrados,
el eco resuena,
de antiguos guerreros
que nunca cedieron,
la sangre de héroes
la tierra envenena,
mas su alma y su espíritu
nunca murieron.
Las legiones de Roma,
con fuerza imponente,
rodean la ciudad
con cruel ambición,
mas Numancia se alza,
tenaz y valiente,
y en cada embestida
Ruge el corazón.
Numancia invicta,
tu nombre es leyenda,
en tus piedras se escribe
la eterna memoria,
tu lucha es el himno
que el tiempo encomienda,
y tu muerte es la cumbre
de eterna victoria!
Los dioses observan
con ojos atentos,
la gesta de un pueblo
que nunca se rinde,
y en los campos yermos
se alzan los vientos,
que cuentan historias
de honor que persiste.
Aquí yace un pueblo,
en el fuego encendido,
que prefirió morir
a vivir sin honor,
y en la llama que arde,
su nombre es tejido,
como un mito eterno,
Vive su esplendor.
Los siglos te miran,
eterna y serena,
tu espíritu indómito
vive y perdura,
y en el alma del mundo
tu nombre resuena,
Numancia sagrada,
valiente y tan pura.
© M.Aokigahara