...

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Oso de Peluche con una cuchara en la mano
Toc- toc
Quién es?
Abro la puerta
y no eres tú.
Sin embargo tiene tus ojos.
Sin embargo tiene tu boca.
Sin embargo tiene tu cuerpo.
Pero no eres tú,
hay algo en ti que no comprendo.
Pero ella no eres tú.
Tus cabellos eran serpientes
ondulantes, feroces como un niño sin su postre, letales como pluma en manos de poetas, que abandonados en el silencio escriben en las paredes símbolos que definen conceptos tan complejos como el amor.
Tu poeta me entiendes,
yo soy único
porque también lo eres tú.
Pero en ese instante frente a mi.
No eras ella,
aquella vampiresa de brazos tatuados
cuyos cuentos macabros me arrullaban por las noches.
Mientras que abrazado a tu cintura
emprendiamos el vuelo hacia instantes eternos de placer.
Llenos de lujuria Transilvania
eras mi cicatriz en la mirada...
Pero que se le va hacer,
si nada es para siempre,
me dijiste la última vez
que estuviste frente a mi,
y ahora frente a mi.
Tus labios se escuchan hablar
no te reconozco,
me dices:
tu cabello ya no es largo y peligroso
y la barba crecida está,
ya no llevas contigo tus anillos de calavera y esas uñas pintadas de negro.
Pero lo que más asustó a tu mirada
Fue una sonrisa en mi rostro
mientras tenía un oso de peluche
con una cuchara en la mano
y un corazón rojo como el infierno
que decía: Te Amo.




© Profeta Cain