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RESILIENTE

En el eco de un destino que nace,
en la melodía de un alma quebrantada,
resuena un lamento, un susurro que abraza
la tristeza de una vida desgastada.
Hoy nací, no para reprochar,
sino para salir y proclamar,
que soy el primero en esta danza,
en la coreografía de la esperanza.
"Me llaman loco", resonó el eco,
por hacer de mucho poco,
por no rectificar al equivocar,
por agotar cartuchos, darle al pensar.
Inestabilidad, la sombra que provoco,
no mirar atrás, salirme del compás,
quemar sin olvidar, en mi burbuja morar,
locura que me llaman, al que embruja.
Roto, aquí sigo entre trozos de canciones,
que no salen sino cuando exploto emociones.
Hablo con la gente, parecen entender,
pero vuelvo a casa a escribir lo que deben sentir.
Explicar lo que llevo, un estallido en el bunker,
sé lo que he sido, lo que no he sido, no quiero cambiar.
Loco me llaman por pensar distinto,
por salirme del guión, del texto, por completo.
Encajar es imposible, sin la pieza que me falta,
me completa aquí por dentro, separa del resto.
Me he castigado más de lo que sé,
el tiempo me hizo ver que golpeabas a este lobo solitario.
Trébol y ganas de tenerte, me quiere, no me quiere,
¿Dónde está el "Me quiero"? La vida se mide en sentir,
dejar de sentir es morir, amigo mío, ya estás muerto.
Escapo en esta línea, como Walter White ascendiendo,
disfruto del skyline, homicida, poca vida, mucho odio.
No me enamoraste, era falta de amor propio,
entre tus manos un recuerdo frágil,
buscado y reclamado, como el marfil en África.
Enemigo presentado, ella confusa dijo "Solo te veo a ti".
Me dijeron una vez: "No hay mayor castigo
que abandonar tu destino, menospreciar tu presente,
torcer tu propio camino, olvidar tus sentimientos,
quedar solo y descontento".
Dolor más grande, haber sido un gigante,
el tiempo deja todo a parte.
No hay mujer más fiel y perfecta que mi musa,
sin rencor, reproches, ni excusas.
Hombre más pobre, el que carece de amor,
vive solo sin saber de una mujer y su calor.
Verdad más cierta, gritan tus ojos,
cuando tu boca se cierra, sella labios rojos.
Beso mágico, trágico, nuestro universo al hacerlo,
cosa más triste, añorar lo que viviste, lo que no volverá.
Final feliz en la amistad, recordado contento,
aceptado sin más, principio inexacto,
promesas, pactos hundidos como aquel barco.
Miradas desconocidas, domingo de marzo,
recuerdos en el cajón, corazones blindados afectados.
Te imagino aquí a mi lado, ¿sabes cuándo?
Escucha esta canción, entenderás que está pasando.
Somos contradicciones, el tiempo marchitando,
mientras yo te recuerdo, tú ya estás descansando.
No siempre cuerdos, a veces un loco,
exigiendo mucho, ofreciendo tan poco.
Nunca supe más allá de hacer canciones,
mi vida relata un corazón roto.
Solo la verdad, más fuerte que el mal,
que no deja pensar, no da opción de regresar.
Corre una vez más, sin mirar atrás,
continuar es la única forma de llegar hasta el final.
Agotado me siento, noto el acercarse del final,
demasiados años sin encontrar
la solución a un sueño que ya no está.
Intento ser fuerte, continuar,
cierro los ojos, vuelvo a empezar.
Cada señal es un paso adelante,
el antes no importa, no mires atrás.
Nada más valioso que sentir que sigues vivo,
pocos testigos en esta vida inherte.
No avances con pasos, corre con latidos,
si luchas por sueños, qué más da quedar herido.
No hay ser más humilde que quien muestra inocencia,
ni hombre más soberbio que quien muestra indiferencia.
Tristeza más grande, sentir la ausencia,
de alguien que amaste, hizo bien con su presencia.
Mayor herida, promesas perdidas,
palabras que clavan, retuercen autoestima.
Mentira tras mentira, defensa siendo incierto,
orgullo y prepotencia desgastando saliva.
Muerte más pronta, la que no se merece,
vida más vacía, tras el reloj crece.
Amor más verdadero, nos estremece,
agonía más terrible, la que permanece.
Solo la verdad, más fuerte que el mal,
que no deja pensar, no da opción de regresar.
Corre una vez más, sin mirar atrás,recuerda que continuar es la única forma de llegar hasta el final.
A quien quiero engañar, nací para estar solo,
ya no soy el mismo, ni lo busco, no somos iguales, no juzgo.
Hombre de pocas palabras, pero mi promesa cumplo,
la vida del millonario no me dice nada,
me fijo en la del vagabundo, no persigo joyas ni diamantes.
La sonrisa de mi madre brilla más que el mundo,
salgo a la calle, veo miradas perdidas,
almas vacías, esclavas de lo que sienten.
Descifro el sufrimiento de la gente,
veo cosas que ni ellos mismos comprenden.
Muchos tienen todo, pero nunca es suficiente,
conozco esa historia bien, déjame contarte.
Buscarás lejos lo que necesitas,
pero lo tienes enfrente, una razón para vivir.
La resiliencia me grita: "Vive para otros",
mientras mi egoísmo dice: "Vivimos para otros
y acabamos hechos trizas".
Vivo persiguiendo una verdad, no una medalla,
quiero sentirme completo al despertar, no hacer historia.
He perdido tanto en el camino,
me sobra lo que piense el mundo, la vida es corta.
Sé que soy el mejor, aunque digan lo contrario,
da igual lo que diga, mis obras hablan por mí.
De vivir, si implica salirse del marco,
es tarde, no hay tiempo para pactos.
Palabras son humo sin actos,
ahora es el momento exacto, de dejar mi huella, no mi rastro.
Busco una razón para continuar,
perdí las ganas de vivir, nadie sabe el sufrir del pasado.
Estoy buscando todavía, se lo prometí a Sam,
llegaré hasta el final.

© HAYST