...

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Dramático y opuesto.
-Te había dado una nota, ¿La has leído?-Se habían sentado en un restaurante a comer, recientemente se volvieron a encontrar, luego de sus estudios, ambos lograron lo que desearon. Según su amistad, era más fuerte que la gravedad.
- No... no recuerdo que me hayas entregado algo- mientras, que con apetito le daba una mordida a su cena.
- Por obvias razones, no fui yo quien te lo entregó, se lo pasé a Natalia, no fui muy amiga de ella, pero le confíe ese dilema- Con una elegancia, llevaba la copa de vino a su boca, se tardaba en cada sorbo, quería que le mirara.
- No me recuerdas su nombre, y además ella no me entregó nada de parte tuya. Con solo escuchar su nombre, se me vienen pensamientos delirantes- Vibró su celular, al parecer le llegó un mensaje.
-¿Qué te paso con ella?¿No te entrego nada?- en ese momento dudaba del por qué se encontraban ahí, esa noche de Mayo.
-Fue mi prometida, hace seis años me entregó una nota, decía: "Te expreso mi amor, genuino y tímido...", Después, de eso fuimos novios, estudiamos en la misma universidad, nos comprometimos dos años después, pero la encontre con otro chico...- decía con calma, pero entre más palabras, el volumen disminuía, hasta que solo el sonido de otros charlando y riéndose, se oyó.
-¿Se iban a casar?- dijo exaltada, molestando a los demás clientes- ¿Ella te entrego un nota declarando su amor?-
-Pues, sí...- dijo con indiferencia.
-¿Ella te entregó mi carta?
-Te digo que no recibí nada tuyo
-Esa desgraciada, maldita zo**a- se decía, mientras se mantenía en calma, para no volver a molestar.
-¿Lo raro fue, que decía...y pues eso me dejó confundido:"PD: Me preguntaste que es poesía, poesía eres tú" y nunca la vi leer ningún libro de esos, ni leía.- confesaba, mientras que el amargo sabor del vino barato pasaba de su boca a sus recuerdos.
-Te confesaría que ella no fue quien escribió eso, al igual que yo pude haber tenido esa vida, pero no sirve, solo éramos amigos- se había serenado, o tal vez el vino ya comenzaba su efecto- Pero ese último año, me gustaste, por eso espere el último día.
Ambos dejaron las copas de lado, fue raro, solo habían pasado menos de diez segundos, pero fue como la eternidad misma.
-No te preocupes, eso ya no sucedió. Además debes preocuparte de tu boda.
Desde su reencuentro en el bus, sabían que no había nada, ni habría nada entre estos seres, mas solo un idealizado recuerdo de años atrás.
- ¡CORTE!, terminamos por hoy...
© Bastián de Poetizar