Y es que, con el tiempo, nos damos nosotros mismos cuenta de que estamos hechos.
Por qué nosotros como humanos podemos ver nuestros sentimientos convertidos en cualquier cosa.
Estamos parados aquí, viendo este espejo que refleja hasta lo más profundo de nuestra alma.
Podemos parecer santos, llenos de tranquilidad y bondad.
Pero solo ellos pueden ver y oir lo que verdaderamente somos.
Por qué nuestros sentimientos pueden preguntar la dirección de nuestra pureza o nuestro comportamiento.
Y es por eso que, por este camino, podemos describir las criaturas que creamos.
Por qué si estamos llenos de oscuridad y de muerte, podemos crear algo gigante, con dientes afilados y lleno de la amenaza que nosotros le damos para que se alimente.
Y si estamos llenos de felicidad y luz, podemos crear cosas hermosas.
Animales que piden ponerse en nuestros regazos y esperar a recibir el cariño que se merecen.
Por qué este mundo está lleno de humanos, es verdad.
Pero también está lleno de las criaturas que están siendo creadas por nuestros sentimientos.
Estás emociones, ya sean buenas o no, pueden llegar estar hasta lo más hondo de nuestras almas.
O ser como una brisa ligera que está allí para aliviar el dolor momentáneo de los días duros.